viernes, 7 de enero de 2011

Las ruinas romanas de Itálica. Santiponce. Sevilla.

Descripción con fotomotaje de la visita a las ruinas romanas de Itálica, sitas en Santiponce, Sevilla, realizada el 5 de diciembre de 2010.



El conjunto arqueológico de Italica, esta considerado de primer orden dado su destacado papel en el proceso de romanización del territorio andaluz como primer asentamiento permanente de los romanos al Sur de la Peninsula y cuna de las familias del emperador Marco UlpioTrajano (53-117 d.C) primer emperador procedente de una provincia romana y de su sucesor Publio Aelio Adriano (76-138 d.C), que pasó un período de su juventud en Italica, circunstancia que determinó su aprecio por la ciudad de la que era originario su padre, lo que se materializó con la ampliación de la ciudad tras su ascenso a la dignidad imperial.
Italica representa la majestuosidad de una urbe romana, claramente visible en el trazado de sus calles, edificios públicos, semipúblicos y privados, todos ellos integrados en un entorno paisajistico de gran calidad, que permiten al visitante un recorrido vital por el urbanismo romano.La temprana recuperación arqueológica de Italica imprime también un sello caracteristico a este lugar.
La ciudad tiene sus antecedentes en el año 206 a.d.C, cuando el general Publio Cornelio Escipion establece en un núcelo turdetano a los soldados heridos en la batalla de Llipa (Alcala del Río), recién librada contra el ejército cartaginés. Quedó consolidado así, un puesto militar en la zona de alto valor estrategico para el proceso de avance y ocupación de un territorio fundamental en la ribera del Guadalquivir. 
El itinerario principal de la visita discurre por el barrio construído por Adriano en el primer tercio del siglo II. Las calles se caracterizan por su gran anchura y aceras porticadas, viéndose aún hoy el enlosado y los bordillos de sus calles, así como los cimientos de los pilares de los pórticos. El trazado del viario es ortogonal, es decir, con calles que se cortan perpendicularmente formando manzanas rectangulares de diversos tamaños. Estas acogen a una serie de casas residenciales donde se puede apreciar especialmente los ricos y variados pavimentos (mosaicos) cuyos motivos o repertorios decorativos le han dado nombre a buena parte de los edificios actualmente visitables, como la de los Pajaros o la de Neptuno.
El recorrido actual por la ciudad se corresponde literalmente con el programa puesto en marcha por el emperador Adriano, quien dota a la ciudad de un servicio de abastecimiento de agua y de una red de cloacas. El agua corriente llegaba a través de un acueducto a las cisternas, y desde ellas se daba servicio a las fuentes públicas y a los edificios principales, talos como los recintos termales, siempre a través de una red de tuberías de plomo que se puede ver en algún tramo de la ciudad.
El urbanismo italicense se manifiesta principalmente por medio de edificios públicos y semipúblicos monumentales y de un tipo de vivienda de carácter residencia, dadas las dimensiones y los materiales empleados para su construcción, donde habilitarían las élites políticas y económicas. Además de la población que se instalaría en el área residencial como personal de servicio de los notables de Itálica, el resto de la ciudadanía ocuparía edificios de varias plantas en la ciudad preadrianea.
La arquitectura pública de Itálica adquiere, igualmente, un carácter monumental; tal es el caso de los edificios dedicados a espéctaculos públicos como el Anfiteatro y el Teatro, o bien, aquellos que se levantaron como baños públicos, parcialmente excavados (Termas menores y mayores) y el Traianeum o templo dedicado al embajador Trajano que se alza en medio de una gran plaza porticada. Sin embargo, se conoce de una forma muy fragmentado el espacio dedicado al Foro, eje de la vida civil y religiosa de cualquier urbe romana, localizado en el subsuelo del actual casco urbano de Santiponce.
Hay que destacar que el extraordinario impulso que recibe la ciudad en la época de Trajano y Adriano se desvanece rápidamente, quizá porque se trataba de un proyecto alejado de las posibilidades reales de la ciudad y por causa de las circunstancias políticas y económicas del momento. Lo cierto es que Itálica conoce su declive a través del abandono, de la progresiva reducción de sus servicios y de la pérdida de funcionalidad de sus espacios más emblemáticos.
El Anfiteatro se sitúa por sus dimensiones, entre los mayores del Imperio, con un aforo estimado de entre 20.000 y 25.000 plazas, superando claramente la demanda de la población de la ciudad. Su esquema es el habitual: de planta ovalada, con una distribución parecida a las actuales plazas de toros, es decir, disponiendo de una superficie para la celebración del espectáculo, la arena y un graderío dividido en tres niveles separados por corredores anulares. Cuenta como particularidad con una fosa subterránea destinada a albergar los animales y enseres necesarios para el desarrollo de los juegos.
Como dato anécdotico cabe destacar que las piedras que faltan de su estructura se usaron para diferentes fines, como en  la construcción de la Giralda en la capital hispaliense y en la carretera que une la capital con Mérida. En la actualidad se desarrolla en el mismo durante el mes de julio de cada año el Festival de Danza de la ciudad.
Más información: www.juntadeandalucia.es/cultura/italica.



"Los esfuerzos individuales nos traerán el progreso general". Cesare Cantú (1804-95) historiador y político italiano.

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